top of page
Buscar

No entenderías.

No, no entenderías. Y nunca tuve la intención de explicar mi punto como quien dibuja un mapa para alguien que no sabe usar el GPS.

Mis lágrimas caen, pero caen hacia adentro. Nadie puede verlas ni tocarlas. Siento el roce de las gotas que brotan de la tristeza de mi corazón; no vienen de mis ojos. Hoy no son mis emociones las que duelen. Es mi existencia la que llora.

La utilidad de mis días también me mata. Poco a poco. Gota a gota. El torrente de lágrimas de un corazón roto me ahoga. Y ahí, sí, cuando ya no queda más espacio adentro, cuando me canso de llorar al revés, es cuando, por fin, puedo dejarlo salir. O quizás ni siquiera sea yo; quizás solo tengo esa idea fija de que soy importante o de que tengo algún control. Tal vez lo que se inunda se desborda solo, y ya, listo. Apenas soy el suelo donde la naturaleza hace su trabajo. Quizás... solo sé que es ahí cuando vuelvo, cuando vuelvo a encajar en mí misma, cuando puedo verme otra vez. Entonces me miro de nuevo, como quien dice, “hola, ¿qué más? ¿En qué andabas tú?”

Todo eso que sale en forma de palabras-pensamientos me obliga a ver lo que ni siquiera puedo oler. Todo lo que surge me muestra el inmenso espacio que llevo dentro. Y también veo el desorden, el desorden del olvido. El olvido constante de mí.

No quiero tener razón, ni argumentos, ni métodos para probar mi punto. Apenas, y con mucho esfuerzo, intento recordar que llevo dentro un mundo entero, lleno de vacíos listos para ser ocupados por la vida, la muerte, y la vida, una y otra vez.


ree

30 de julio de 2024

São Paulo, SP

 
 
 

Comentários


que tal trocar ideias com mais caracteres?

Obrigada por se interessar <3

© 2035 by Sofia Franco. Powered and secured by Wix

bottom of page